viernes, 3 de enero de 2025

INTERTEXTUALIDAD Y REFERENCIAS CULTURALES EN "LYCISCA" (2012), DE JAVIER GATO

 

La intertextualidad y las referencias culturales son elementos esenciales en Lycisca. Javier Gato construye un tejido poético que dialoga con múltiples tradiciones literarias, mitológicas, filosóficas y contemporáneas. Este diálogo no solo enriquece el texto, sino que también funciona como una herramienta para explorar los temas principales y secundarios de la obra.

El título del libro remite directamente a Mesalina, la emperatriz romana conocida por su vida transgresora, y al alias que adoptaba en sus aventuras nocturnas, Lycisca. Este simbolismo se convierte en una metáfora central del libro, vinculando la transgresión, el deseo y la máscara con el acto poético. La presencia recurrente del emperador Claudio, esposo de Mesalina, simboliza la tensión entre poder, control y vulnerabilidad. Claudio podría interpretarse como un eco de la relación entre el lenguaje normativo y la poesía transgresora. 

La cita de Emil Cioran, al inicio del libro, ya indica una influencia filosófica existencialista y nihilista. La idea de "perder la razón" en el deseo resuena a lo largo de la obra, vinculando el placer con la locura y la destrucción. En el poema "Oda al martirizador", se menciona explícitamente a Bolaño, con quien Gato comparte una visión de la escritura como un acto de resistencia y masoquismo. La referencia sugiere que el poeta se ve a sí mismo como alguien que sacrifica su bienestar en nombre de la creación. La alusión al libro "Nadie sabe de mis cosas" establece un puente con la obra introspectiva y desgarradora de Blanca Varela, reforzando el tema de la vulnerabilidad y el aislamiento.

Referencias a elementos como el iPhone, los Kleenex, condones o JLo no son decorativas; integran lo cotidiano en un marco lírico elevado, rompiendo las barreras entre alta y baja cultura. Estos objetos se convierten en símbolos de una modernidad alienante y consumista. En poemas como "Pasífae", se alude al lenguaje de la tecnología y las redes sociales ("skype? cam? ***?"), reflejando la fragmentación de la comunicación en la era digital.

Javier Gato hereda del simbolismo un lenguaje cargado de significados ocultos, donde los elementos naturales y mitológicos (fuego, espejos, máscaras) adquieren dimensiones espirituales y emocionales. Las imágenes oníricas y el lenguaje fragmentado remiten a las técnicas surrealistas, que buscan liberar al subconsciente. Por ejemplo, frases como "rosas en el lodo" o "carne monstruosa que nos asedia desde dentro" evocan la estética surrealista de poetas como André Breton.

La obra está impregnada de referencias a ritos de sacrificio, ya sean explícitos o simbólicos. Esto incluye menciones al fuego, al vino y a la muerte ritual, vinculados a la transformación y el renacimiento. Aunque menos evidente, se pueden rastrear ecos cristianos en la estructura de algunos poemas, como en el sufrimiento sacrificial de "Oda al martirizador", donde el poeta se presenta como un mártir en su entrega al lenguaje.

La referencia a una escena de Fellini-Satyricon en el poema Miles gloriosus establece un diálogo con la visión decadente y surrealista de la Roma clásica que Fellini presentó en su película, subrayando el exceso y la teatralidad como elementos clave de la obra. 

La intertextualidad en Lycisca es densa y multifacética, entretejiendo mitología clásica, filosofía moderna, cultura contemporánea y tradiciones literarias en una narrativa poética compleja. Estas referencias no son meros adornos; son fundamentales para construir un universo lírico que desafía las expectativas del lector, generando significados múltiples y provocativos. Javier Gato utiliza la intertextualidad para enriquecer sus exploraciones sobre el deseo, el lenguaje y la identidad, situando su obra en un diálogo continuo con la cultura pasada y presente.

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