viernes, 3 de enero de 2025

INTERTEXTUALIDADES LITERARIAS Y CULTURALES EN "72 DEMONIOS"

 

La intertextualidad y las referencias culturales en 72 Demonios de Javier Gato constituyen una parte esencial de su construcción poética, integrando un vasto entramado de influencias literarias, bíblicas, filosóficas y culturales que enriquecen su propuesta lírica.

La temática de la caída se inspira en pasajes bíblicos como Isaías 14:12-19, que describe la caída de Lucifer. Esto sirve como una metáfora central del poemario para abordar la pérdida, la condenación y el sufrimiento. La imaginería infernal, con referencias al fuego, el sufrimiento eterno y los demonios, evoca una reinterpretación contemporánea del concepto de condenación. Esto se conecta con la tradición cristiana, especialmente con autores como Dante en La Divina ComediaLa idea de que el mayor tormento es la pérdida de la bienaventuranza aparece en las citas iniciales, marcando un diálogo con San Juan Crisóstomo.

La presencia de Leopoldo María Panero en el texto como referencia y eco literario refuerza la conexión con la poesía maldita. Gato comparte con Panero el tono oscuro, la exploración de la locura y la crítica a una sociedad indiferente. La obra dialoga con el simbolismo francés en su énfasis en lo grotesco, lo sublime y el uso de imágenes densas y transgresoras. Las asociaciones entre lo bello y lo abyecto reflejan esta influencia. La cita que hace Carlos Ann en el epílogo acerca de la soledad como destino de los dignos sitúa a Gato en la tradición de autores como Barbey d'Aurevilly que abrazan la marginalidad y el sufrimiento como fuentes de creación artística.

El pensamiento pesimista del filósofo alemán Arthur Schopenhauer, especialmente su idea de la existencia como sufrimiento inevitable, impregna el tono y la perspectiva de la obra. Sus reflexiones sobre el dolor y la desesperanza son una influencia palpable. La mención de Camus y su noción de la guerra como "soledad infinita" refuerza el carácter existencialista de algunos poemas, donde se confronta la absurdidad de la existencia.

Las figuras mitológicas de Sísifo y de Tántalo, asociadas con el castigo eterno y el esfuerzo inútil, aparecen como metáforas de la lucha constante y la falta de redención en la vida humana. Los "72 demonios"  del título aluden a entidades sobrenaturales que representan las pasiones y tormentos humanos, conectando con el grimorio Ars Goetia o Clavícula menor de Salomón y con el simbolismo esotérico.

El uso del cuerpo como campo de batalla, con imágenes de mutilación, heridas y descomposición, recuerda a tradiciones como la imaginería barroca y los textos de autores contemporáneos como Jean Genet. La violencia física y emocional se convierte en un vehículo para explorar la fragilidad y la decadencia de la condición humana.

La representación del sufrimiento en imágenes impactantes y detalladas tiene resonancias con el arte visual contemporáneo, especialmente con movimientos como el surrealismo y el expresionismo. La polifonía del texto, las múltiples voces líricas que emergen,  recuerdan a las estéticas fragmentadas de la posmodernidad, donde la identidad se descompone en ecos y perspectivas divergentes.

Algunos poemas tienen un ritmo y una cadencia que evocan la poesía de Góngora y de otros poetas cultistas hispanos, adaptándola a un tono contemporáneo y sombrío. Aunque no explícito, el descenso al infierno y las múltiples capas de sufrimiento recuerdan a La Divina Comedia como un trasfondo estructural.

Gato utiliza símbolos y referencias culturales para criticar la indiferencia social hacia el sufrimiento y la marginalidad. Las "niñas monstruo", las "sombras" y los "olvidados" representan a los marginados y excluidos por una sociedad que se niega a ver su propia decadencia.

La intertextualidad y las referencias culturales en 72 Demonios construyen un universo literario complejo y denso, que dialoga tanto con tradiciones clásicas como con sensibilidades contemporáneas. Javier Gato utiliza estas influencias para crear una obra profundamente introspectiva y crítica, donde cada verso es un puente hacia otros textos, mitos y pensamientos que enriquecen su propuesta poética y la posicionan como una contribución significativa a la poesía contemporánea.

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