miércoles, 29 de enero de 2025

Pablo Ruiz Picaso, "7 diciembre XXXV"

 


Pablo Picasso es universalmente conocido por su revolución en la pintura, pero su incursión en la escritura, particularmente en la poesía, sigue siendo un aspecto menos explorado de su creatividad. Su producción poética, caracterizada por la fragmentación del discurso y la ruptura de las estructuras sintácticas, se sitúa dentro de las corrientes literarias del siglo XX que enfatizan el lenguaje como entidad autónoma. 

El formalismo ruso, representado por autores como Viktor Shklovski y Roman Jakobson, introduce el concepto de "extrañamiento" (ostranenie), es decir, la capacidad del arte de modificar la percepción habitual de la realidad mediante el uso de procedimientos formales inusuales. En este poema, Picasso emplea una sintaxis abrupta y una semántica difusa para generar una experiencia de extrañamiento en el lector:

"poca vergüenza tiene el cristal al que hacen correr la voz mentirosa de la liebre"

La personificación del "cristal" y su relación con la "mentira" de la "liebre" constituyen una ruptura con la lógica referencial del lenguaje. Este tipo de desviación lingüística subraya la función poética del texto, centrada en la forma más que en el contenido.

Desde una perspectiva estructuralista, el poema puede interpretarse como un sistema autónomo donde los signos adquieren significado en relación con otros signos y no con una realidad externa. Ferdinand de Saussure planteó que el significado no es inherente a las palabras, sino que surge por contraste dentro del sistema lingüístico. En este sentido, la relación entre elementos como "el carajo de su cresta", "el azar que manda" y "el grano de la uva" no responde a una coherencia lógica, sino a una lógica interna del poema que el lector debe desentrañar.

Desde una perspectiva retórica, Picasso emplea numerosos tropos que refuerzan la ambigüedad semántica del poema. Algunas de las figuras más destacadas incluyen metáforas (la combinación de "cantar", "luz" y "cazuela" crea una imagen multisensorial que desdibuja los límites entre los sentidos), personificaciones (el amor, convertido en sujeto de una acción cotidiana, refuerza la ironía y el extrañamiento), hipérbatos y anacolutos (la sintaxis irregular impide una lectura fluida, forzando una reinterpretación constante del texto).

Desde la teoría de la estética de la recepción (Jauss, Iser), el poema de Picasso no proporciona un significado cerrado, sino que depende de la interacción del lector para construir su sentido. La ambigüedad y la fragmentación textual desafían el "horizonte de expectativas" del lector, quien debe encontrar una lógica interna en la superposición de imágenes aparentemente inconexas.

Picasso no solo es un heredero del cubismo pictórico, sino que también traslada sus principios a la literatura. La superposición de imágenes y la ruptura con la sintaxis tradicional evocan técnicas cubistas como el collage. Además, su asociación con el surrealismo (Breton, Dalí) se refleja en la liberación del lenguaje de toda atadura racional.

El poema "7 diciembre XXXV" es una exploración radical del lenguaje como entidad autónoma. Picasso disloca la lógica convencional del significado, forzando al lector a reconstruirlo desde una nueva perspectiva. Aplicando teorías literarias contemporáneas, podemos comprender su escritura no como una reproducción de la realidad, sino como una construcción artística donde el azar, la asociación libre y la materialidad del lenguaje son los verdaderos protagonistas. Este análisis nos muestra que la poesía de Picasso no es un capricho literario, sino una extensión de su revolución artística, donde la palabra, como la imagen, es fragmentada y recompuesta en una nueva forma de percepción estética.



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